Trastornos emocionales a lo largo de la historia: ¿Cómo ha afectado la guerra a nivel emocional?

En esta entrada, voy a abordar diferentes patologías emocionales predominantes en la historia a lo largo de tres conflictos bélicos: La Primera y Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam

Primera Guerra Mundial y el concepto de “Shell-shock”

La primera Guerra Mundial, conocida también como La Gran Guerra, se dio entre los años 1914 y 1918. Durante este periodo, predomina en los individuos un intenso temor, incertidumbre y angustia, dando lugar, en consecuencia, a numerosas desgracias y fallecimientos. 

Estas fueron las palabras de Graves tiempo después de finalizar la guerra: “[…] mi mente y mi sistema nervioso seguían en la guerra. Los obuses aún explotaban sobre mi cama a medianoche. Durante el día, los desconocidos que veía en la calle asumían los rostros de amigos muertos […]”(Graves, 2009, p. 354-379).

Podemos ver que la Guerra dejó secuelas emocionales, traumas y numerosas falsificaciones perceptivas, entre otros. Debido a este hecho, Freud, que había estudiado la histeria, fue el primero en proponer la psicoterapia. Afirmó que los recuerdos traumáticos de la Guerra debían pasar a ser conscientes a través de la abreacción. Propuso también la interpretación de los sueños y el análisis de la libre asociación de ideas (Freud, 1984).

No obstante, ¿Cómo podían explicarse los temblores, las alucinaciones y la depresión de la población? Se acuñó entonces el concepto de “Shell-shock”, haciendo referencia a aquellos trastornos emocionales y neurológicos que había provocado la situación de la Guerra. 

Segunda Guerra Mundial y la Neurosis de Guerra

Entre los militares norteamericanos, el “shell-shock” fue reemplazado por neurosis de guerra o “battle fatigue”, cuyos síntomas principales eran la fatiga y estrés.

Se dieron miles de ingresos hospitalarios en la Armada. Cabe destacar que en esta etapa ya había comenzado la producción de fármacos, entre ellos la penicilina, tal y como testifica una enfermera de la guerra:

“[…] después de una batalla, tuvimos un millar de pacientes que atendimos sin parar. No teníamos refrigeración. La penicilina acababa de hallarse por aquel entonces […] Ésta venía dispuesta en polvo dentro de una pequeña botella a la que había que poner una solución salina para prepararla […] Y si no se utilizaban todas las dosis, y con el fin de resguardarlas, se colocaban en un hoyo hecho en el suelo, en donde con agua fría se metían colgadas con una cuerda para tratar de mantenerlas frescas.”

Ahora con una mayor conciencia de los trastornos mentales, se filmaron numerosos documentales y películas sobre este conflicto, cuyo mensaje a transmitir, en última instancia, era que al igual que las heridas físicas podían curarse, aquellos que regresaban a casa con traumas o trastornos psicológicos podrían también volver a la normalidad y lograr su reinserción laboral y social, pese a todo lo vivenciado en la guerra. 

Daban una visión esperanzadora, en la cual los síntomas de los soldados remitían gracias a la terapia. 

La Guerra de Vietnam y el Trastorno de Estrés Postraumático

En este tercer conflicto bélico, entre 1955 y 1975, la ansiedad se apoderó de la mayoría de individuos. 

Si bien es cierto que aquellos diagnosticados de Esquizofrenia o Depresión Mayor podían regresar a casa, los que presentasen ansiedad elevada debían mantenerse en el frente. Este hecho dio lugar a numerosos casos de abusos de sustancias como medio de liberación de dicha ansiedad y de alcanzar un estado de euforia y obnubilación sensorial. 

No obstante, lo más relevante de esta etapa desde el punto de vista de la Psicopatología, fue el hecho de que, el DSM-III, siendo la tercera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales la vigente en aquel momento, añadió el diagnóstico del “Trastorno de Estrés Postraumático”. (APA, 1980).

Conclusiones

Resulta relevante saber cómo se han ido acuñando diversos términos dentro del área de la Psicopatología en acontecimientos históricos concretos y potencialmente conocidos, relacionando la ciencia con la historia y el cine. 

Así, seremos capaces de analizar cómo un determinado contexto socioeconómico puede provocar según qué emociones en los individuos, y que implicaciones puede acarrear. No nos quedaremos solo en el Síndrome o trastorno, sino que conoceremos su origen y todo el bagaje del término. 

Referencias bibliográficas

American Psychiatric Association. (1987) Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-III-R, Third edition revised. Washington, DC: American Psychiatric Association.

Freud, S. (1984). El malestar en la cultura. México: Alianza Editorial

Graves, R. (2009.) Adiós a todo eso. México: Universidad Veracruzana. 

Sánchez, M. (2016). Las consecuencias de la guerra en las emociones y la salud mental. Una historia de la psicopatología y medicalización en los frentes bélicos de Occidente. Revista de Estudios Sociales, 62, 90-101. https://doi.org/10.7440/res62.2017.09

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