Freud a partir de sus investigaciones sobre la hipnosi y la histeria propuso una teoría en la cual los procesos psicológicos son regulados por una parte oculta y desconocida de nuestra personalidad, que llamó inconsciente.

El descubrimiento del inconsciente fue una innovación revolucionaria porque hasta ese momento se consideraba que la psicología trataba únicamente de los hechos conscientes. La estructura de la personalidad quedaría completada con el consciente es decir la parte que conocemos de la cual somos conscientes y está aliada con el mundo exterior y el preconsciente es decir los recuerdos inconscientes que fácilmente se pueden llevar de vuelta a la consciencia como por ejemplo un nombre o una situación que hemos olvidado momentáneamente.
En resumen el consciente es el que conoce una persona de su psquismo, el preconsciente el que no se conoce pero fácilmente podemos llegar a conocer y el inconsciente el que no se puede conocer de ninguna manera.
El inconsciente explica muchas de las conductas humanas como aquellas que tenemos sin saber el porque pero que son una parte de la mente y es la fuente de muchos de nuestros sentimientos, deseos, recuerdos y emociones.
Freud exponia que el inconsciente se manifestaba de asociaciones libres entre palabras, en las creencias, en los hábitos, en los errores verbales, escritos o en los gestos pero sobre todo en los sueños.
Tradicionalmente se han atribuido poderes mágicos a los sueños o se ha creído que eran visiones que anunciaban el futuro. Desde la cultura griega con los oráculos, o la jueva con los sueños de inspiración divina.
Las personas han manifestado un respeto sagrado hacia los sueños. Freud dio una visión nueva al sentido de los sueños, según él, los sueños son manifestaciones y deseos del inconsciente y por lo tanto el análisis de los sueños es un camino privilegiado para conocer el inconsciente de las personas.
Los sueños que poseen una estructura sencilla representan de forma directa los deseos no satisfechos en la vigilia. Normalmente los sueños son más complejos y en el sueño cal distinguir entre el contenido manifiesto y el contenido latente. El contenido manifiesto es el que recordamos del sueño como situaciones extrañas, inconexas que pueden ser agradables o desagradables. El contenido latente son los deseos de la persona .
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