TRASTORNO DE CONVERSION. UNA HISTORIA MUY VIEJA

El DSM V, última versión de este Manual Diagnóstico publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría en el 2013, reclasifican a los conocidos trastornos conversivos dentro del grupo de “trastornos neurológicos funcionales” (DSM V, 2013). Se trata de una terminología más amplia y reciente que abarca los psicólogos y psiquiatras denominaban desde hace décadas como “neurosis histérica”. Estos pacientes muestran síntomas del sistema nervioso que no se pueden explicar por una lesión causada por una enfermedad neurológica u otra enfermedad. Los síntomas son reales y provocan una angustia significativa o problemas para llevar adelante una vida adecuada. Hay casos en que los síntomas son experimentados con una anulación del afecto, lo que se denomina “bella indiferencia histérica” (Freud & Breuer, 1895).

El trastorno conversivo es una condición psiquiátrica que requiere por parte del terapeuta un compromiso a largo plazo de parte del terapeuta y una buena formación en psicoterapia. Probablemente, sean los casos que mejor responden a un tratamiento de psicoterapia psicoanalítica en tanto y en cuanto, no se trate de formas histeriformes propias de los trastornos de la personalidad.

Las reacciones conversivas representan una defensa somática contra amenazas a la estabilidad psíquica que son principalmente atribuibles a efectos de una situación de la vida que ha producido una injuria narcisista a quien la padece. Es importante realizar una evaluación de la paciente cuidadosa, para descartar la presencia de enfermedad orgánica (Slater, 1990).

Es una afección mental en la cual una persona presenta ceguera, parálisis u otros síntomas del sistema nervioso (neurológicos) que no se pueden explicar por medio de una valoración médica

Los síntomas del trastorno de conversión (ceguera, parálisis, anestesias de diversas zonas del cuerpo, convulsiones, contracturas, entre otros) pueden darse debido a un conflicto psicológico que puede no ser claramente manifiesto. Los síntomas suelen comienzan de manera repentina después de una experiencia estresante (Freud & Breuer, 1895).

Algunos médicos suelen confundir estos síntomas con simulaciones. Sin embargo, estos síntomas tienen un significado no consciente (inconsciente a ser descifrado en la psicoterapia). Los síntomas físicos son un intento por resolver el conflicto que la persona siente en su interior.

Los trastornos de conversión, a lo largo de la historia de la psicología fueron vinculados a los también trastornos disociativos agrupándolos como manifestaciones de la patología denominada histeria de conversión. A finales del siglo XIX, fueron estudiados por varios neurólogos que no comprendían como estos fenómenos no seguían las vías neurológicas habituales. Entre ellos podemos destacar a: Pierre JanetJean-Martin CharcotJosef Breuer y Sigmund Freud (Slater, 1990).

Al principio se pensó que la histeria era una patología únicamente femenina, de allí su denominación de histeria que significa útero en griego. Sigmund Freud comenzó utilizando la hipnosis para tratarlas, pero a partir de ella desarrolló el conocido método del psicoanálisis y todo el edificio teórico que ha dado lugar a la técnica que hoy día practican tantos profesionales del mundo de la salud mental para tratar sobre todo cuadros neuróticos.

Bibliografía:

Asociación Americana de Psiquiatría, (2013), DSM V, Buenos Aires Editorial Panamericana.

Freud, S.& Breuer, J. (1895), Estudios sobre la Histeria, Obras completas, Tomo 2, Buenos Aires Amorrortu Eds.

Slater E. (1990) Diagnóstico de la histeria, revisitado, British Medical Journal; 34:1191–1199

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